Buenos Aires posee un patrimonio arquitectónico desconcertante y sugestivo. Las múltiples fuentes de inspiración y la tendencia local a la reelaboración consolidaron en los dos últimos siglos una herencia artística vasta y ecléctica. Este blog pretende mostrar a través de fotografías algunos de esos detalles que suelen escaparse a quien camina sin mirar por donde pasa.

sábado, 30 de abril de 2011

Bustos de los Doctores Argerich, Gorman y Fabre


Sobre la calle Junín nos encontramos con un conjunto de bustos, que representan a los primeros catedráticos, considerados fundadores de la enseñanza médica. Por disposición del rey Carlos IV de España, el virrey Antonio de Olaguer y Feliú Heredia nombró protomédicos y catedráticos de Medicina a don Miguel Gorman, y de Cirugía, al licenciado Agustín Eusebio Fabre.

El Protomedicato fue inaugurado el 17 de agosto de 1780, estando constituido por el Protomédico; un Conjuez; los examinadores para las facultades de de Medicina, Cirugía, Farmacia y Flebotomía; un abogado asesor; otro para el Fiscal; un Escribano, un Alguacil Mayor y un portero.

El Protomedicato fue creado por el virrey Vértiz, en 1779. A este respecto escribe Tumburus: el nombramiento de Protomédico en la persona de Gorman fue comunicado por Vértiz al Gobierno Central, el 5 de febrero de 1779; luego, el 24 de octubre de 1780; y una tercera vez, por pedido del rey, el 24 de noviembre de 1781. Sin embargo, por las intrigas que se fraguaban contra el protomédico, hasta en la misma Corte, a pesar de las poderosas influencias movidas por él, la real confirmación de la creación del Protomedicato tardó diecinueve años en producirse, es decir, hasta la promulgación de la Real Cédula del 19 de junio de 1798, a la que siguió otra del 18 de septiembre de 1799, aprobando los nombramientos del personal.

El Dr. Miguel Gorman (1749-1819), cirujano de origen irlandés, fue el primer protomédico y fundador de la Escuela de Medicina del Protomedicato de Buenos Aires. Implantó la variolización en el Río de la Plata. Estudió en las universidades de París y de Reims, revalidando su título en Madrid. Colaboró con el virrey Vértiz en las cuestiones relativas a la salud. Organizó el cuerpo médico, combatió el charlatanismo, desarrolló el ejercicio profesional en la patología y en la clínica. Renunció a su cátedra, por razones de salud, en mayo de 1802, a favor del Dr. Argerich.

El Dr. Cosme Mariano Argerich (1758-1820), fue profesor y Presidente del Departamento de Medicina (1812). Fue además fundador del Instituto Médico Militar, en 1813. Además, autor de un reglamento y plan para la enseñanza.

Los bustos de los Dres. Gorman, Argerich y Fabre se hallaban hace años en el centro del patio correspondiente a la calle Junín, de la Facultad de Ciencias Médicas de la calle Córdoba.

El autor de estas esculturas en bronce fue el artista español Miguel Blas y Fábregas (1866-1936), quién estuvo en Buenos Aires, en 1909 y fue nombrado Académico de Bellas Artes de San Fernando. Autor de varias obras que se exhiben en nuestro medio, entre ellas las de Mariano Moreno y San Francisco Solano, en Tucumán.

Fuente: Odon.uba.ar


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domingo, 24 de abril de 2011

Bar de Cao




En Av. Independencia 2400 (esquina Matheu), en el barrio de Balvanera, se encuentra este histórico restaurante, donde se sirve una de las mejores picadas de Buenos Aires. La historia de Bar de Cao se empezó a escribir en 1915, cuando los hermanos Cao abrieron un despacho de bebidas alcohólicas y comida. En 2005, el lugar fue restaurado y reinaugurado por sus actuales dueños, también propietarios de Bar El Federal.

De principios del siglo XX, el local conserva el mostrador, la puerta de entrada, las grandes vitrinas y las baldosas que decoran el piso. Una chapa enlozada en blanco y azul es testimonio de esa época, así como las mesas, las heladeras antiguas, y la estantería, poblada de botellas cubiertas de polvo, ubicada detrás de la barra. El espíritu del local original se mantuvo a pesar de las modificaciones hechas cuando se instaló el café.

El trabajo de restauración que se realizó es notable. “La gente queda fascinada por el estilo del bar y por objetos como la fideera, que es una de las pocas de aquella época que se encuentran en Buenos Aires”, cuenta Guillermo Pérez Bravo, artista plástico y encargado del restaurante.

El salón, con mesas y sillas de madera; exhibe antiguos carteles de Coca-Cola, Hesperidina y Cinzano y retratos de artistas como Mariano Mores, Carlos Gardel u Osvaldo Pugliese. Las ventanas y las vitrinas están decoradas con clásicos fileteados porteños que pintó el propio Pérez Bravo. Al fondo, se instaló un espacio dedicado a las artes plásticas, donde hay exposiciones que se renuevan cada 15 días. Bar de Cao también cuenta con mesas en la vereda, ideales para los fumadores y para quienes quieran observar el movimiento del barrio.

El restaurante se destaca no sólo por su llamativa ambientación sino también por sus famosas picadas. Los entendidos recomiendan las opulentas Cao y Gran Cao (para 3 o 4 personas), que incluyen tortilla, leberwurst y jamón crudo del mejor, entre otros ingredientes. Algunos de los fiambres que se utilizan en las picadas se encuentran a la vista del público: del techo del local cuelgan jamones, salamines y cantimpalos, como en los viejos almacenes.

Para acompañar, se aconsejan las cervezas artesanales en sus versiones rubia, negra y roja, que son elaboradas exclusivamente para Bar de Cao. Por supuesto, también se puede disfrutar de las picadas con algún vino o aperitivos clásicos como el fernet o el Pineral.

La carta también incluye platos tradicionales de la cocina porteña; por ejemplo, pollo, lomo (puede ser acompañado por alguna ensalada especial) y pastas artesanales elaboradas en el lugar. Son imperdibles los ravioles de pavita con salsa de champiñones, los de calabaza y ricota y los tallarines. Para el postre, las opciones más lucidas son el strudel de manzana, los cuadraditos de limón y el infaltable flan con crema.

“Al mediodía, vienen muchas personas que trabajan por aquí. De noche, en cambio, se llena de jóvenes. Muchos se acercan por curiosidad. No existen demasiados lugares como éste”, concluye Pérez Bravo.

Fuente: revistag7.com


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jueves, 21 de abril de 2011

Torre Espacial :: Torre de la Ciudad


La Torre Espacial, también conocida como Torre de la Ciudad o Torre de Interama, se ubica en el Sector Futuro del Parque de Diversiones de la Ciudad de Buenos Aires (Parque de la Ciudad) del barrio de Villa Soldati y posee una altura de 228 m hasta la punta de la antena. Es la estructura más alta de Buenos Aires y de Sudamérica. También es 2º edificio más alto de Latinoamérica (Después de la Torre Mayor en México D.F.).

Fabricada en Austria en 1979 e inaugurada el 9 de julio de 1985, se encuentra fundada a 35 metros bajo la superficie con 30 pilotes de 1 metro de diámetro y 35 metros de profundidad, hechos in situ en hormigón armado. La estructura emergente es totalmente de acero cincado y presenta un revestimiento de chapa de aluminio pintada de perfil trapezoidal abulonada que recubren un tronco de base hexagonal. Se dice que está inspirada en la espada Excalibur que yace clavada en la tierra, si uno se fija en detalle, parece una espada dada vuelta.

Esta construcción admite una capacidad operativa máxima de 1.000 visitantes que se distribuyen en 3 niveles, dos intermedios y un nivel superior correspondiente a una altura de 185 metros (que equivalen a 75 pisos) de 180 metros cuadrados de superficie.

Desde el mirador panorámico se puede ver, en días de máxima visibilidad, hasta un radio de 80 kilómetros con la posibilidad de ver la costa uruguaya y los perfiles de la edificación de Colonia de Sacramento.

Para llegar al mirador, la torre posee 2 ascensores de alta velocidad con capacidad para 28 personas cada uno, que tardan aproximadamente 50 segundos en alcanzar la máxima altura. Internamente está recorrido por una escalera en helicoide de 1.000 escalones y 45 descansos.

Parroquia San Benito Abad :: Iglesia Abacial de San Benito






La Parroquia de San Benito Abad está ubicada en el Barrio de Palermo y su Iglesia es de estilo románico. Fue diseñada en 1929 por los Arq. Alejandro Bustillo y Martín Noel, quien contribuyo también en la construcción del altar.

Se caracteriza por tener en su altar principal un Cristo Crucificado como suspendido en el aire. La imagen de San Benito, tallada en madera de un metro de altura, es obra del escultor Diego Curutchet.

Los jardines que rodean la Iglesia fueron parte de la propiedad del escritor argentino José Hernández.

La comunidad de esta parroquia se caracteriza por la difusión de los cantos gregorianos


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lunes, 4 de abril de 2011

Antigua Casa de la Moneda :: Actual Archivo General del Ejército


El edificio del Archivo General del Ejército se encuentra en la calle Defensa 628 en el barrio de San Telmo.

Solar Histórico

La primera construcción que se levantó en este sitio fue el Hospital del Rey, fundado por Juan de Garay entre 1611 y 1613. Durante el siglo XVIII, el Hospital estuvo a cargo de los Padres Bethlemitas, quienes en 1795 lo trasladaron al barrio de San Telmo.

Devueltos los terrenos al poder del Cabildo, se instaló hasta 1811, el Cuartel de la Partida Celadosa, a cargo de la vigilancia de la ciudad. En 1822, el edificio fue ocupado por el Cuerpo de Leones de Policía. Más tarde, se instalaron allí un Cuartel de Infantería y un Batallón de Infantes, llamado "Del Restaurador de las Leyes", integrado por negros. Años después, el Municipio de Buenos Aires lo utilizó como corralón. En 1875, la Cámara de Senadores sancionó la Ley N° 733, que fijaba como unidad monetaria el "peso fuerte" y creaba la Casa de Moneda de Buenos Aires, donde se imprimirían los billetes, valores fiscales y timbres postales. Esta primera Casa de la Moneda, obra del Ingeniero Eduardo Castilla, fue inaugurada en 1881 y funcionó como tal hasta 1944.

Historia de la Casa de la Moneda

Cuando el General Rondeau es derrotado en la batalla de Sipe-Sipe, las Provincias Unidas pierden la ceca de Potosí, y con ella la posibilidad de acuñar moneda como lo establecía la Asamblea del año XIII. A partir de ese momento se acuñan monedas en diferentes cecas provinciales; Córdoba, Tucumán, La Rioja, Santiago del Estero, Mendoza y Provincia de Buenos Aires. Ello motivó que la Constitución Nacional, sancionada en 1853 determinara que la acuñación de moneda fuera nacional.

Por ello, el gobierno de la Confederación dispuso el cierre de las Casas de Moneda provinciales, no habiendo hasta 1881 amonedación nacional. Una gran escasez de numerario que no alcanzaba a satisfacer la continua emisión de vales y billetes de distinto origen, afligía a todo el país. Se imponía entonces la nacionalización de la unidad monetaria nacional, por lo que, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores toma en consideración un importante proyecto sobre el tema. Surgió así la Ley 733 del 29 de setiembre de 1875 que establece la creación de la Casa de Moneda de la Nación en Buenos Aires, y otra en Salta que no llegó a crearse y fija como unidad monetaria el " Peso fuerte" que tampoco llegó a realizarse. Fundada el 29 de setiembre de 1875,inauguró su primera fábrica el 14 de febrero de 1881, que funcionó en la calle Defensa esquina México.

Su primer Director ,el Ingeniero Eduardo Castilla (que fue quien concibió los planos) fue nombrado el 13 de diciembre de 1880 y sus primeros empleados, nombrados por decreto del 13 de enero de 1881 fueron: Ayudante de director: Bonifacio Medina; Contador: Esteban A. Romero; tesorero: Florencio Villar; Ayudante: Juan del Campo; químico ensayador: J.J. Kyle; oficial mecánico: Carlos Kinmerlé; oficial de prensas: Manuel Welker; maquinista fogonero: Francisco Scotto; portero ordenanza: Adolfo Altamira y emitió sus primeras monedas en 1881. En 1884 se comenzó a fabricar medallas y sólo después de comprar las máquinas adecuadas en Europa sus primeros billetes de Banco en 1899.

Detalles Arquitectónicos

El edificio, italianizante, de planta simétrica con patio central, tiene estructura de hierro y ladrillo. Abarcando gran parte de la manzana, la construcción deja una franja verde esquinada, limitada por un cerco de pilares y rejas ornamentales.

En la fachada se destaca el portal de ingreso, enfatizado por un tímpano que interrumpe la balaustrada superior y complementa el friso ornamental, de metopas y triglifos con abejas y flores de lys.

En el año 1914 se inauguró un anexo de la Casa de Moneda, construcción representativa de la tradición funcional inglesa que, con salida a la calle Balcarce, complementó el conjunto original.

Fuente: buenosaires-reinadelplata.blogspot.com



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sábado, 2 de abril de 2011

Escultura Ondina del Plata :: Jardín Botánico Carlos Thays


Escultura de mármol del argentino Lucio Correa Morales, también conocida como La Primavera. Es una pieza de sello academicista que, aún cuando evoca a las ninfas del agua de la mitología escandinava, buscó ser un homenaje a la mujer americana.

El yeso original de esta obra, realizada mientras el autor se formaba en Florencia gracias a una beca otorgada por Sarmiento, integra hoy el patrimonio del Museo de Bellas Artes de Mendoza. La primera versión en mármol de esta escultura es la que se encuentra emplazada en el centro de la fuente La Primavera en el Jardín Botánico Carlos Thays.

Se considera a Lucio Correa Morales (1852-1923) como el fundador de la escultura en la Argentina. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia y regresó al país en 1882, cuando expuso sus primeras obras relevantes: Indio Pampa y El Río de la Plata. Hasta su desaparición siguió creando obras notables, inspiradas en temas nacionales, como Falucho, El Gaucho o La Cautiva.

Correa Morales viajaba por el interior del país observando a criollos y aborígenes, a quienes inmortalizó en sus más sensibles creaciones. Fue un notable docente en la Universidad de Buenos Aires, la Escuela Normal de Profesores y la Sociedad Estímulo de Bellas Artes donde formó a discípulos con brillo propio, como Rogelio Yrurtia, Pedro Zonza Briano y Miguel Ángel de Rosa.


Fuente: jardinbotanico.buenosaires.gob.ar


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viernes, 1 de abril de 2011

Museo de Arte Popular José Hernandez


El museo funciona en la casa donada por Félix Bunge en 1938 a la entonces Municipalidad de Buenos Aires. Entre 1938 y 1948. administró la sede la Asociación Folklórica Argentina, que siguiendo el deseo de Bunge creó una biblioteca de folklore, con la biblioteca particular del donante, que recibió en 1942 el nombre de José Hernández.

Entre 1944 y 1957 el Museo Municipal de Bellas Artes, Artes Aplicadas y Anexo de Artes Comparadas, actualmente Museo de Arte Argentino Eduardo Sívori, ocupó transitoriamente una parte del edificio.

En 1948, concretando una propuesta del director de este museo, Carlos Abregú Virreyra, la casa abrió sus puertas al público con el nombre Museo de Motivos Populares Argentinos José Hernández, siendo su primer director el poeta y folklorista Rafael Jijena Sánchez.

Bajo su dirección el Museo adquirió su visión fundacional orientada hacia el arte popular argentino. En 1949, la Municipalidad adquirió a los descendientes del coleccionista Carlos Daws su colección privada , formada desde fines del siglo XIX a lo largo de cinco décadas. Hoy, esta colección conforma gran parte del patrimonio del museo, en especial, el sector de platería criolla, cuero y textiles tradicionales. Con esta colección y el apoyo de la Asociación Amigos del Arte Popular, se organizó en 1949 la 1ª Exposición de Arte Popular en el pasaje Juan de Garay, bajo la Av. 9 de Julio. La muestra se enmarcó en una política cultural permanente recomendada por la UNESCO, con el objetivo de revalorizar las artesanías como patrimonio cultural.

En 1980, bajo la dirección de María Carmen Lauría se creó, dependiendo de la Dirección del Museo, el Centro de Promoción Artesanal (CEPAR), para promover la artesanía y a los artesanos contemporáneos, en especial a los del interior del país. La comercialización de artesanías continuó hasta el 1995. Las mejores piezas se resguardaron de la venta y hoy forman parte de las colecciones permanentes que se exponen al público. Desde el 2000 a través del Programa de Patrimonialización de las artesanías y Promoción de los artesanos (PPAr) desarrolla actividades destinadas a jerarquizar a los artesanos como creadores culturales y a las artesanías como patrimonio cultural.

En 2000 comenzó a denominarse Museo de Arte Popular para favorecer la identificación de su temática por parte de los diversos públicos locales y globales. Acorde a su misión fundacional asume que, en muchos países latinoamericanos, “artesanías” y “arte popular” se utilizan indistintamente como equivalentes al “folk-art” de uso corriente en los países de habla inglesa.

Fuente: Museos.buenosaires.gob.ar

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