Buenos Aires posee un patrimonio arquitectónico desconcertante y sugestivo. Las múltiples fuentes de inspiración y la tendencia local a la reelaboración consolidaron en los dos últimos siglos una herencia artística vasta y ecléctica. Este blog pretende mostrar a través de fotografías algunos de esos detalles que suelen escaparse a quien camina sin mirar por donde pasa.

miércoles, 5 de enero de 2011

Monumento a Juan Manuel de Rosas



El monumento se levanta en la plaza Intendente Seeber, en Avenida del Libertador y Sarmiento, Palermo, en un paseo público donde vivió Rosas. La pieza escultórica, inaugurada en un acto que presidió el entonces presidente Carlos Menem, lleva inscriptas en el pedestal palabras del General José de San Martín, cuando éste decidió dar a Rosas, por sus servicios patrióticos, el sable que lo acompañó en su campaña libertadora.
Hace casi tres años, cuando el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas dejó de ser una entidad privada para convertirse en un ente nacional, el presidente Menem pidió acelerar las gestiones para instalar el monumento. En 1989, el propio Presidente tramitó la repatriación de los restos de Rosas, que hoy están en la Recoleta.
Finalmente, la ley 24.520, sancionada en julio del 95, dispuso la construcción del monumento, y, más tarde, la Secretaría de Cultura de la Nación, por concurso, favoreció al escultor Ricardo Dalla Lasta para hacer la obra. Dalla Lasta es profesor de escultura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de La Plata y participó en varios concursos internacionales. La placa fundamental se descubrió en julio de 1996, pero la obra recién se inauguró el 9 de noviembre de 1999, luego que se realizaron trabajos de fundición en Italia.
La escultura de Rosas llegó al país hace 15 días y se emplazó el 29 de octubre de 1999. A las 11.30 se hizo el habitual corte de cinta y la estatua quedó inaugurada formalmente en Avenida del Libertador y Sarmiento, a 150 metros del Monumento de los Españoles. La pieza del catamarqueño Dalla Lasta es una figura ecuestre hecha en bronce. Tiene 4 metros de alto y 3,50 de ancho.
El pedestal, donde están escritas la cita de San Martín y alegorías al combate de la Vuelta de Obligado, al Pacto Federal de 1831 y a la Campaña del Desierto, está revestido en granito. Junto a Menem estaban miembros de su gabinete, el vicejefe del Gobierno porteño, Enrique Olivera, y la Comisión Permanente de Homenaje a Rosas y del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
íViva Rosas!, íViva Facundo!, gritaron una y otra vez entre el público. Manuel de Anchorena, de la Comisión Permanente de Homenaje a Rosas, se dirigió a Menem para agradecerle su valentía por la repatriación de los restos de Rosas, quien murió exiliado en Inglaterra el 14 de marzo de 1877, en su chacra de Swathling, y luego fue enterrado en la ciudad de Southampton.
Casi sobre el final, el ex presidente enalteció la figura de Facundo Quiroga, un hombre de la amistad más pura con Rosas. Antes de terminar el homenaje, hubo un desfile de corte campestre que tuvo como protagonista a la agrupación Colorados del Monte, cuyos antiguos miembros custodiaban a Rosas en sus tiempos de gobernador de Buenos Aires.
Fuente: Clarin.com

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