Buenos Aires posee un patrimonio arquitectónico desconcertante y sugestivo. Las múltiples fuentes de inspiración y la tendencia local a la reelaboración consolidaron en los dos últimos siglos una herencia artística vasta y ecléctica. Este blog pretende mostrar a través de fotografías algunos de esos detalles que suelen escaparse a quien camina sin mirar por donde pasa.

jueves, 13 de enero de 2011

Edificio Otto Wulf





El Edificio Otto Wulf es un singular edificio, de estilo Jugendstil, ubicada en la intersección de la Avenida Belgrano y la calle Perú (Belgrano 691) en el barrio de Monserrat, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

La construcción que se inició en 1912 y finalizó en 1914 fue realizada por encargo del empresario naviero Nicolás Mihanovich en sociedad con el también empresario Otto Wulf y allí se instaló la delegación diplomática del Imperio Autrohúngaro del cual el primero era cónsul honorario desde 1899.

Fue una de las dos únicas obras realizadas en el país por el arquitecto danés Morten F. Rönnow –de la escuela Jugendstil- (la otra fue la Iglesia Dinamarquesa en San Telmo) en el doble carácter de proyectista y director de obra. La construcción, para la cual se trajeron materiales de Europa, estuvo a cargo de los ingenieros Pedro Dirks y Luis Dates.

Forma parte del Catálogo de Edificios de Valor Patrimonial de la ciudad y es una de las pocas construcciones realizadas en ese año en hormigón armado.

El Sitio

El edificio Otto Wulf fue también llamado “La casa de la vieja virreina” aludiendo a la casona que había existido en el lugar que fuera adquirida en 1801 por el octavo virrey del Río de la Plata Joaquín del Pino y Rozas para albergar a su familia (siete hijos de un primer matrimonio y nueve del segundo matrimonio. El virrey falleció en 1804 y su viuda Rafaela de Vera Mujica y López Pintado que murió en 1816. Juana del Pino y Balbastro, una de las hijas del matrimonio, vivía en las proximidades de esta casa en la calle Defensa 346/356 pues desde 1809 era esposa de Bernardino Rivadavia, primer presidente argentino (1826-1827).

Esta casa tenía un elaborado pretil calado y heráldica en la puerta, siendo modelo de las grandes casas patriarcales porteñas. En la parte superior había una azotea protegida con una balaustrada de mampostería, calada por aberturas, llamadas "oculus", y varios pináculos sobre la baranda. Desde allí se luchó el 5 de julio de 1807 cuando los ingleses quisieron tomar por asalto la vivienda.

Luego el edificio perteneció al padre del obispo Medrano, quien hizo grabar su escudo de familia sobre la puerta principal y fue residencia obispal de la ciudad de Buenos Aires, vivienda del ministro de Portugal ante la Confederación y desde el 23 de mayo de 1878 sede del Montepío Municipal, (antecesor del Banco Ciudad de Buenos Aires). A fines del siglo XIX esa casa fue convertida en inquilinato. Luego vino la venta en pública subasta en la cual Mihanovich adquirió la casa en $ 60.000.- y la posterior demolición de las construcciones existentes, y su reemplazo por el edificio Otto Wulf. El arquitecto danés que diseñó el edificio, Morten F. Rönnow, antes de demoler la casa, realizó un relevamiento que entregó a la Escuela de Arquitectura (hoy Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo) de la Universidad de Buenos Aires.

La legación austrohúngara tuvo allí su sede desde la inauguración del edificio hasta el derrumbe del imperio austrohúngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial. Actualmente está dividida en 56 unidades ocupadas por oficinas comerciales y profesionales, principalmente estudios de arquitectura.

En la fachada actual hay una placa con la figura de la antigua casa y la inscripción: "El Banco de la Ciudad de Buenos Aires en su centenario recuerda la sede de su precursor "Monte de Piedad" instalado en este solar de la casa de la Virreina 23/5/1978".

La construcción la llevó a cabo la empresa Dirks y Dates, y la inauguración se llevó a cabo en 1914.

La Arquitectura

El estilo arquitectónico del edificio ha sido ubicado en el Jugendstil, la versión germana del art nouveau, pero también tiene rasgos renacentistas, del neogótico y del eclecticismo, más algunos trazos esotéricos del Palanti, principalmente los de su maravilloso Barolo.

Una excentricidad que viene de los tiempos de la arquitectura griega consiste en reemplazar las columnas por figuras humanas, reviviendo así a las cariátides, unas mujeres que sostienen aparentemente sin esfuerzo el techo del pórtico lateral de un templo llamado Erecteión, que está en la Acrópolis de Atenas. Cuando esas figuras son masculinas se llaman atlantes. En este edificio lucen ocho atlantes, tres sobre la calle Belgrano y cinco sobre Perú, de cinco metros, en actitud de estar sosteniendo desde el segundo piso el resto de la construcción, cada uno de los cuales representa uno de los artes y oficios relacionados con ella: herrero, carpintero, albañil, forjador, aparejador, escultor, y en la ochava el jefe de obras y el arquitecto o sea el mismo Rönnow. Una curiosidad es que las figuras tienen rasgos correspondientes a la población autóctona. En el fuste, hay unas esculturas de cóndores de 5 metros de altura y también de otros ejemplares de la fauna local, tales como osos, loros, pingüinos y lechuzas.

Las figuras no son de piedra sino de hormigón armado, señalando que los constructores prefirieron las técnicas más modernas.

El edificio está rematado por dos bellas torres cupuladas, a partir del séptimo piso, cada una con un depósito de agua disponible en caso de incendio, hechas -como los atlantes- en hormigón armado, que rematan en dos altas agujas. Como una lleva el sol en su extremo y la otra una corona, (parece que perdió la luna original), que se conjeturó que representaban al emperador Francisco José y a su esposa, Isabel de Wittelsbach-Wittelsbach, conocida como Sissí que muriera en 1898 y, asimismo, a la alianza imperial entre Austria y Hungría.

Cuando se construyó, con casi 60 metros de altura, era uno de los edificios más altos de Buenos Aires. Actualmente en la valoración de especialistas se lo considera junto con el de la Confitería del Molino, los más importantes de Buenos Aires. Está catalogado con protección estructural desde el punto de vista de las normas sobre conservación arquitectónica, lo que significa que cualquier modificación requiere la autorización previa.

En 1998 la municipalidad encaró la reparación de la cúpulas, pues tormentas ocurridas en 1994 y en marzo de ese año provocaron daños, entre ellos el desplazamiento del pararrayos a más de 10 grados de su eje. En ese año algunos propietarios del edificio afirmaron que la cúpula que representaba a Sissi también ostentaba, cuando se inauguró el edificio, un retrato de ella.


Fuente: Wikipedia


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